Numerosas bodegas, productores de vinos caseros, elaboradores de chacinados y otros prestadores de servicios de la localidad como granjas y establecimientos rurales trabajan para brindar una experiencia única al viajero. Así se podrán visitar espacios que permitirán participar de actividades especiales en los viñedos, degustar vinos de alta gama en catas dirigidas, probar el único espumante de la provincia realizado con el método champenoise, saborear un almuerzo o merienda con recetas típicas de la Región del Friuli o simplemente disfrutar de la tranquilidad de la zona rural.

Las bodegas que integran la Ruta del Vino en Córdoba son: La Caroyense, Bodega Nanini y Bodega Riviesse, las tres pertenecientes a la ciudad de Colonia Caroya, la Bodega Jairala Oller de Ischilín, la  Bodega Lucchesi, ubicada en Villa del Rosario, la bodega Las Cañitas de Villa Berna y  la bodega Finca Atos, de Atos Pampa. Además, se suman los productores de vinos artesanales, los cuales pertenecen a la zona de Colonia Caroya. Estos son Vinos Aurelio, Establecimientos El Bosque, Vinos Vittorio Papalini, Vinos Riulat y Miguel Griguol.

El vino es omnipresente en las costumbres de los argentinos, ya sea como acompañante de comidas tradicionales o como elemento indispensable en reuniones familiares, de amigos, o eventos formales. Esto, junto con el espíritu emprendedor de los cordobeses y la condición de región turística por excelencia durante todo el año, llevo a los empresarios del sector a delinear la Ruta del Vino en Córdoba. Este circuito turístico, parte del cada vez más creciente desarrollo enoturístico del país, incorporó a las bodegas y ciudades productoras de la provincia a los llamados Caminos del Vino de Argentina.

Para disfrutar a pleno de los Caminos del Vino, lo mejor es hospedarse en los hoteles en Nueva Córdoba. La ubicación de los mismos, y sus comodidades, invitan a pasar una buena estadía mientras se recorre la Ruta del Vino cordobesa. Por supuesto, es posible realizar reservas por Internet, con anticipación.