La Catedral de Córdoba es testigo silencioso de la historia misma de la ciudad. Ubicada en la manzana histórica del casco céntrico de Córdoba y al lado del Cabildo Histórico, por sus pasillos y en sus asientos se sentaron las personalidades que hicieron de la ciudad lo que es hoy. Sus campanas estremecieron los corazones desde los primeros tiempos de la colonización.

La primera capilla en el lugar se construyo en el año 1577, hasta que un fatídico derrumbe obligó a las autoridades a ordenar la construcción de una nueva iglesia, esta vez mucho más imponente que la anterior y que perdura hasta nuestros días. La Catedral de Córdoba es una de las joyas arquitectónicas sobresalientes de la época de la colonia que sobrevive hasta la actualidad, gracias al mantenimiento y las restauraciones que se le aplican constantemente.

Como atractivo turístico, los visitantes tienen la oportunidad de realizar visitas guiadas por sus pasillos y conocer las interesantes historias que remarcan la importancia de esta construcción y todo lo que ocurrió en ella desde que su construcción realizada por aborígenes, criollos y mestizos. Sus campanas son el símbolo religioso más importante de la ciudad y su fachada es la imagen representativa de la Plaza San Martín, la cual se encuentra frente a ella.

En la actualidad, la restauración del campanario incluyó el agregado de nuevas campanas, que completan los tonos originales y de un sistema computarizado con el cual se operan las ocho campanas y su frecuencia sin intervención humana.

Los turistas que llegan a la ciudad, tienen la posibilidad de alojarse en uno de los hoteles de Córdoba que permiten el acceso directo y seguro al casco histórico de la ciudad: el Hotel Sol de Piedra. Sus habitaciones de primer nivel permiten un descanso ideal para disfrutar de los atractivos de esta hermosa ciudad. Recuerda realizar aquí tu reserva con tiempo.